Situada en las antiguas vías de un tren, la High Line fue finalizada en el año 2016 y desde entonces se ha convertido en uno de los parques más visitados y en el parque de moda de Nueva York, así que si puedes evita ir a visitarlo durante los fines de semana.
La High Line comienza justo al lado del museo Whitney de Arte Americano, subes una escalera y te encuentras con el parque. Tras cruzar por entre el Hotel Standard, sales de nuevo a la calle y tras meterte por debajo de otro edificio, donde encuentras puestos de comida y una tienda de la High Line, y en breve llegas a uno de los pasajes más conocidos de la High Line, unas escaleras que cuelgan por encima de la calle y en donde te puedes sentar y ver pasar los coches por la avenida.
Justo antes de llegar ahí, en la calle 16th, te recomiendo salir por unas escaleras o ascensor que hay a la derecha, también hay un baño público, y visitar el cercano Chelsea Market, una antigua fábrica de Nabisco, que la han remodelado y convertido en un precioso mercado gourmet donde puedes comprar comida y todo tipo de productos gourmet.
En esta fábrica de Nabisco fue donde se inventaron las galletas Oreo
Volviendo a la High Line, sigues andando y a la derecha tienes una buena vista del Empire State por entre los edificios y a la izquierda el IAC, un edificio diseñado por Frank Gehry.
Al llegar a la calle 23th, encontrarás un sitio donde sentarse y disfrutar de un mural, con un grafiti que todos los años lo cambian, y en la calle 30th habrás llegado a las Hudson Yards, una zona de rascacielos nueva de Nueva York que está en construcción.
Aquí puedes decidir dar por finalizado tu paseo, bajar a la Décima Avenida y de ahí seguir a tu siguiente destino de Nueva York, o bien seguir por encima de la playa de vías de la Penn Station y terminar tu ruta, viendo unas buenas vistas de New Jersey, justo al lado del Javits Convention Center.
El paseo por la High Line te puede llevar sobre una hora, y si vas a visitar Chelsea Market te llevará un mínimo de media hora más.